sábado, 14 de enero de 2012

La Soledad

Qué palabra tan difícil y tan fea.

Ayer D. me confirmó que no vendrá conmigo a mi próximo viaje internacional de trabajo. A pesar de que estaba prepado para oír el no, me afectó más de lo que hubiese querido.

Hoy he estado solo. Pero solo de verdad. Cuando he querido darme cuenta mis amigos no podían o no querían estar conmigo. Y no tenía ninguna persona con la que compartir mi pena. He sufrido la traición de los que hasta hace poco eran nuestros mejores amigos. Me está resultando muy duro y encima acabo de descubrir que al final estoy solo, todos estamos solos. Desde que nacemos hasta que dejamos de respirar, La Soledad nos acompaña cada segundo de nuestra vida y todo lo que hacemos es para vencerla.

D. También está muy solo. Lo sé porque le espio en la distancia. Las redes sociales son demasiado cotillas. Siento enormemente hacerle ésto. No se lo merece. No me lo merezco. D. Pasa largas horas buscando alguien que le cure su soledad en Internet. Yo se la curaría si me dejase. Yo le sería fiel, le mataos, le respetaría y le haría feliz hasta nuestra muerte ¿Por qué no me lo permite? Acaso, ¿Soy mala persona?

Estamos los dos tan solos. Si me dejase yo le calmaría su soledad y el la mía. Le amo con locura. Pero sigo solo.

Publicado via app DraftCraft

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